Atlético 0-0 Bolton: Otro chasco más

Llegaba la hora del partido. Los jugadores estaban convencidos de la remontada, la afición (excepto los energúmenos habituales) respondió una vez más su cita, el once inicial era una garantía, el pitido del árbitro marcaba el inicio. ¿El final? El de siempre.

Una vez más, y ya van demasiadas, el conjunto rojiblanco da a sus seguidores un nuevo motivo para pensar porqué son del Atleti. Los de Aguirre no supieron, o no pudieron, remontar una eliminatoria que se presentaba como un examen obligatorio y sin segundas convocatorias.

90 minutos tuvieron los del Manzanares para poder traspasar el arco defendido por Jaaskelainen y 10 más. El Bolton echó el candado a su portería desde el pitido inicial y esperó a que los rojiblancos les premiaran con uno de esos regalitos habituales en la zaga rojiblanca para finiquitar la eliminatoria. A medida que transcurrían los minutos, la impotencia se adueñaba de la parroquia colchonera.

Centro tras centro, corner tras corner y disparo a la grada tras disparo a la grada, el Atletico de Madrid ponía en evidencia que aunque le dieran dos partidos más para solventar la eliminatoria, no iban a ser capaces de marcar un solo tanto.

Forlán fue una vez más el mejor de los de Aguirre. El charrúa volvío a echar de menos a su habitual pareja de baile y demostró que puede estar prácticamente un año jugando al fútbol sin descansar (Copa América, Liga...UEFA.), y tener fuerzas para echarse el peso de todo un equipo a sus espaldas. Que otros tomen ejemplo.


Getafe 3-0 AEK de Atenas: El “EuroGeta” sigue soñando a lo grande

Antes de empezar la competición, el presidente azulón señalaba que la UEFA prácticamente no les interesaba, incluso planteó la posibilidad de jugar con gente del filial. Pues menos mal.

Sin hacer mucho ruido, el Getafe se ha convertido en el único equipo español que pasa a los octavos de final de la UEFA merced a una noche de ensueño en la que barrieron al AEK del Coliseúm Alfonso Pérez.

El “pirata” Granero agarró el timón de la nave getafense y mostró a sus compañeros el camino hacia la siguiente fase. Primero con un ajustado cabezazo al palo, y luego con un lanzamiento de falta que provocaría un penalti y el posterior 2-0. Mención especial merece este lanzamiento desde el punto fatídico. Contra, que horas antes se había enterado de la muerte de su padre, decidió armarse de valor y jugar el partido.

El árbitro pitó la pena máxima, Cosmin agarró el balón, lo lanzó y sus brazos señalaron al cielo. La valentía del rumano ponía el segundo gol en el electrónico y llevaba el éxtasis a la afición azulona. Los griegos, que prácticamente no inquietaron los dominios de Ustari, eran espectadores de lujo de una fiesta que todavía no había llegado a su fin.

En el minuto 85, Braulio redondeaba la histórica noche y el Getafe se colaba en octavos a lo grande. Próximo objetivo, el Benfica. Cuando lleguen las noches del jueves, ya tenemos un equipo al que animar, y es que el Geta a conseguido que España se vuelva un poquito más azulona.


Villareal 2-1 Zenit: Tocado y hundido

El submarino rozó la épica y se quedó a un solo tanto de pasar a la siguiente fase.
Bajo el lema "Unamos fuerzas para seguir en Europa" saltó al campo el Villarreal, dispuesto a remontar cuanto antes y seguir manteniendo vivo el objetivo de esta temporada. Pellegrini sorprendió a todos apostando de inicio por Rossi y Tomasson en lugar de Nihat y Guille Franco.

El conjunto ruso, que se había impuesto por la mínima en la ida, hizo bueno el valor doble del gol en el campo contrario para seguir montado en el tren europeo.
En el minuto 30, Pogrebnyak, con la ayuda del Diego López, dejaba helado al feudo amarillo y ponía la eliminatoria muy cuestarriba.

Nada mas comenzar la segunda parte, el Zenit se quedaba con diez y revivía las esperanzas de los Castellonenses. A partir de aquí, acoso y derribo del Villareal que tuvo que esperar a que diera sus frutos hasta minuto 75, cuando Guille Franco enviaba el balón a la red después de un cabezazo.

Los de Pellegrini, con cuarto de hora por delante y un jugador más, estaban a dos goles de levantar la eliminatoria. Por más que lo intentaba el Villareal, el balón no entraba. Llegaba el minuto 85 cuando el Zenit se quedó con nueve jugadores. Cuatro minutos más tarde Tomasson levantaba al público de sus asientos con un gol que les dejó en pie durante el descuento, con la esperanza de marcar el tanto que diera la agónica clasificación.

La reacción había llegado demasiado tarde. El arbitró señaló el final y el sueño amarillo se desvaneció de un plumazo.